martes, 29 de junio de 2010


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EL CONDE DRACULA

En algún lugar de Transilvania yace Drácula, el monstruo, durmiendo en su ataúd y guardando a que caiga la noche. Como el contacto con los rayos solares le causaría la muerte con toda seguridad, permanece en la oscuridad en su caja forrada de raso que lleva iniciales inscritas en plata. Luego, llega el momento de la oscuridad, y movido por instinto milagroso, el demonio emerge de la seguridad de su escondite y, asumiendo las formas espantosas de un murciélago o un lobo, recorre los alrededores y bebe la sangre de sus victimas. Por último, antes de que los rayos de su gran enemigo, el sol, anuncien el nuevo día, se apresura a regresar a la seguridad de su ataúd protector y se duerme mientras vuelve a comenzar el ciclo.

Ahora, empieza a moverse. El movimiento de sus cejas responde a un instinto milenario e inexplicable, es señal de que el sol está a punto de desaparecer y se acerca la hora. Esta noche, está especialmente sediento y, mientras allí descansa, ya despierto, con el smoking y la capa forrada de rojo confeccionada en Londres, esperando sentir con espectral exactitud el momento preciso en que la oscuridad es total antes de abrir la tapa y salir, decide quiénes serán las víctimas de esta velada. El panadero y su mujer, reflexiona. Suculentos, disponibles y nada suspicaces. El pensamiento de esa pareja despreocupada, cuya confianza ha cultivado con meticulosidad, exita su sed de sangre y apenas puede aguantar estos últimos segundos de inactividad antes de salir del ataúd y abalanzarse sobre sus presas.

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domingo, 27 de junio de 2010


Construcción del castillo


En su construcción había diversos oficios:

Canteros: se dividían en 3 grupos:

Maestro cantero: estaba muy bien pagado. Podía ser extranjero que viajaba de castillo en castillo supervisando su construcción.

Cantero experto: cortaba la piedra en la forma requerida.

Aprendiz de cantero: cortaba formas sencillas y preparaba el trabajo al experto.

Herrero: cualquier objeto metálico era caro porque para trabajar el hierro se necesitaba gran cantidad de combustible. Para extraer 25 kilos de hierro se necesitaba un roble grande. Una de sus principales trabajos era hacer clavos ( los tornillos no se inventaron hasta el siglo XVI). Como no eran suficiente fuertes primero se hacia un agujero con una barrena. En el casillo de YORK tenía almacenados 43.000 clavos en el año 1327.

Aserradores: algunas serrerías estaban junto al castillo, pero los aserradores también trabajaba en los bosques donde derribaban los árboles y los cortaban en tablones más ligeros.

Todos los artesanos solían hacer sus propias herramientas, sus formas variaban de un lugar a otro y no había diseños universales.

Gran parte de las piedras del castillo provenían de sus cercanías. Su transporte se realizaba con carros tirado por bueyes.

No todas las piedras servían para los muros del castillo las piedras duras de granito que eran muy difícil de trabajar. Estaban construidos con sillares pulcramente dispuestos, entre ellos había un relleno de mampuesto ( piedras de distinto tamaño y calidad, unidas con morteros). Este mortero era transportado por chicos en cestos. Después los muros se enlucían con una mezcla de arcilla, estiércol animal y crines de caballos para hacerlos resistentes al agua.


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Los castillos se componían en su mayoría por:


Muros gruesos: que podían tener unos sus 2,5 metros de ancho y los de las torres podían ser todavía más anchos.


Foso: gran zanja llena de agua que rodeaba al castillo por los lados que no estaban protegidos por el precipicio. Los peces y aves del foso servían de alimento.
Puente levadizo: en su posición normal él punte se extendía sobre el foso lleno de agua, cuando el peligro acechaba la guardia lo levantaba.


Murallas: rodeaban al castillo. Eran altas y desde sus torres los defensores podían ver si alguien se aproximaba para dispararle con los arcos o las maquinas de asedio.

Puertas: por lo general era el primer sitio por donde atacar, era fuerte y tenía trampas crueles que esperaban los intrusos.


Rastrillo: protegía a la puerta de los ataques invasores. Tenía forma de reja y estaba hecho con madera de roble, recubierto con láminas de hierro para prevenir que fuera incendiado.

Aspilleras: abertura por las que disparaban los arqueros, se ensanchaban hacía el interior para que el arquero pudiera disparar sin exponerse a que le disparasen, también servían para dejar pasar la luz y el aire.

Torre del homenaje: en ella vivían el señor y su familia situada en corazón del castillo, si el castillo era atacado los defensores se retiraban a ella y luchaban hasta el final.
El castillo no respondía a normas o estructuras regularizadas. El constructor sé adaptaba al lugar, al presupuesto y a las necesidades militares del momento.

Construir un castillo era muy caro, solo los señores muy ricos y poderosos podían afrontar su construcción, elegían lugares que eran importantes conservar en tiempo de guerra, sus constructores no pensaban solo en tiempo de guerra sino en tiempos de paz. El castillo debía de abastecerse de comida y otras provisiones con facilidad, también eran el centro administrativo del señor por lo que estaba a unos días de camino de su territorio. El castillo necesitaba sólido cimientos para soportar el peso de sus fuertes muros, quizás lo más importante junto con las murallas era tener una fuente de agua limpia para abastecerse durante un asedio.



Los castillos se componían en su mayoría por:


Muros gruesos: que podían tener unos sus 2,5 metros de ancho y los de las torres podían ser todavía más anchos.


Foso: gran zanja llena de agua que rodeaba al castillo por los lados que no estaban protegidos por el precipicio. Los peces y aves del foso servían de alimento.

Puente levadizo: en su posición normal él punte se extendía sobre el foso lleno de agua, cuando el peligro acechaba la guardia lo levantaba.

LOS CASTILLOS

Los castillos se empezaron a construir en el siglo X . Se construyeron para impresionar, era la casa de un poderoso señor de la guerra y desde él se gobernaba la tierra circundante.

Los primeros castillos sustituyeron a fuertes de madera y evolucionaron haciéndose más sólidos a medida que cambiaban los métodos de guerra.

Para su construcción era necesario el PERMISO PARA ALMENAR.

Este era un permiso de concesión real y se llamaba así porque las almenas hacían del castillo un edificio diferente. Los castillos adulterados (casas fortificadas ilegalmente) podían ser tomados por el rey. Era un documento oficial cuando llevaba el sello del rey fijado ( con una cinta al pergamino.


Análisis de un castillo

El castillo no respondía a normas o estructuras regularizadas. El constructor sé adaptaba al lugar, al presupuesto y a las necesidades militares del momento.

Construir un castillo era muy caro, solo los señores muy ricos y poderosos podían afrontar su construcción, elegían lugares que eran importantes conservar en tiempo de guerra, sus constructores no pensaban solo en tiempo de guerra sino en tiempos de paz. El castillo debía de abastecerse de comida y otras provisiones con facilidad, también eran el centro administrativo del señor por lo que estaba a unos días de camino de su territorio. El castillo necesitaba sólido cimientos para soportar el peso de sus fuertes muros, quizás lo más importante junto con las murallas era tener una fuente de agua limpia para abastecerse durante un asedio.

sábado, 26 de junio de 2010

Todos los lugares poseen una doble dimensión. Una real, que es en la que se vive y se trabaja. La otra imaginaria, en la que se advierten las huellas de potencias infernales o celestes que testimonian la presencia de los antepasados, de sus espíritus y recuerdos; definiendo así un espacio propio, cargado de historia, afectos y emociones. Visto de esta forma, un lugar es, en un cierto modo, una invención.

Esto es lo que llevado a que cosas que no han sido concebidas como fantásticas así lo parezcan; por ejemplo faros, castillos, monasterios, abadías y mansiones.
Inglaterra es una tierra rica en historia, tradición y leyenda. Sus zonas rurales albergan más de 1400 castillos, muchos de los cuales tienen fama de estar habitados por fantasmas, espectros y otros seres sobrenaturales. He aquí una simpática y fantasmagórica descripción de tres castillos encantados que usted no puede dejar de conocer...

El Castillo de Chillingham

Conocido como "el castillo más embrujado de Inglaterra", el Castillo de Chillingham, situado en Northumberland, al norte del país, ha ganado una terrible fama por su enorme colección de almas en pena. El más famoso de sus fantasmas es el "Muchacho Triste", cuyos gritos de agonía resuenan a medianoche a través de un pasaje interior del castillo, cerca de una modernas dependencia de buffet auto-servicio con que cuenta hoy. Se dice que en la habitación contigua, luego de oírse los gritos, una luz tenue rodea una cama con dosel y aparece una imagen del muchacho durante unos segundos. Para terror de los lectores, hace unos años se descubrieron los huesos del muchacho ocultos tras una pared en una habitación contigua a donde suelen producirse los ruidos fantasmagóricos.